lunes, 4 de noviembre de 2013

Un teléfono que identifica las emociones humanas


Móviles y emocionesUn grupo de investigadores de la Universidad de Cambrige ha creado un novedoso sistema llamado ‘EmotionSense’ donde a través de un software de reconocimiento de voz y sensores de los teléfonos inteligentes evalúa hasta qué punto las emociones de las personas se pueden ver influidas por factores como el entorno, la hora del día, o sus relaciones con las demás personas. Y es que los teléfonos móviles representan una plataforma de computación ideal para monitorear el comportamiento y el movimiento, ya que forman parte de la vida cotidiana de miles de millones de seres humanos. Un posible uso de estas tecnologías es el apoyo a la experimentación con la sociología que implica el estudio de la vida cotidiana de las personas y las interacciones.
EmotionSense utiliza los dispositivos de grabación que ya existen en muchos de los teléfonos móviles existentes en el mercado para analizar las muestras de audio de la lengua del usuario. Éstas se comparan con una biblioteca de expresión (conocida como la prosodia del habla emocional y la Biblioteca transcripciones) que es ampliamente utilizada en la investigación sobre el procesamiento del habla. La biblioteca se compone de actores de lectura con una serie de fechas y números en los tonos que representan catorce categorías emocionales diferentes. A partir de aquí, las muestras se agrupan en cinco categorías más amplias como ‘Feliz’ (con emociones como la euforia, o el interés), ‘Tristeza’,’ ‘Miedo’, ‘Ira’ (que incluye emociones como la repugnancia) y las emociones ‘Neutrales’ (como el aburrimiento o la pasividad). Los datos pueden ser comparados con cualquier otra información que también sea recogida por el teléfono. Una vez incorporados estos datos en el software del GPS, los investigadores pueden llevar a cabo una referencia cruzada de las muestras de audio con la ubicación del usuario, utilizando tecnología Bluetooth para identificar con quiénes están los usuarios y el teléfono puede también grabar los datos acerca de quién estaba hablando y en qué momento se llevó a cabo la conversación.
Los primeros resultados de la investigación demuestran que la tecnología podría proporcionar a los psicólogos, con una visión mucho más profunda de cómo los altos y bajos emocionales de las personas (como los períodos de la felicidad, la ira o el estrés) están relacionados con el lugar en el que están, lo que están haciendo o con quién están.
Hoy en día todo el mundo tiene un teléfono móvil, por lo que potencialmente es una herramienta perfecta si se desea realizar un seguimiento del comportamiento o estado emocional de un gran número de personas. Lo que se está tratando, pues, de producir, es un medio que no resulte intrusivo y logre respetar también la privacidad. Con el tiempo, podría tener un enorme impacto en la manera en que se estudia el comportamiento humano y psicólogos darían una visión más profunda del comportamiento. El software también está configurado para que el análisis se lleve a cabo en el propio teléfono. Esto significa que los datos no tienen por qué ser transmitidos a otros lugares y pueden ser descartados después de un análisis para mantener la privacidad del usuario.
El equipo de investigación ya ha probado la eficacia del sistema con un grupo de dieciocho voluntarios. Para ello, cada sujeto recibió una modificación del navegador de Nokia 6210 durante un período de diez días. También se les pidió que llevaran un diario en el que grabaron su estado emocional de acuerdo con un conjunto estándar de preguntas ya utilizadas por los psicólogos sociales y del comportamiento, a modo de encuesta. Los resultados mostraron que en alrededor del 70 por ciento de los casos coincidía el análisis emocional que ofrecía el sistema de teléfono con los resultados de la encuesta, lo que les demostró que con la nueva modificación de este tipo de tecnología de telefonía móvil podría convertirse en un medio muy preciso de seguimiento de los factores que influyen en las emociones de las personas.
Este estudio piloto también arrojó algunas sugerencias interesantes sobre cómo las circunstancias pueden afectar a nuestro estado emocional. La ubicación tuvo un efecto pronunciado en el estado de la mente de los usuarios. En la categoría ‘Feliz’ los datos se pronunciaban cuando se encontraban en zonas residenciales (en concreto el 45 por ciento de todas las emociones registradas), pero en los lugares de trabajo los datos de la categoría ‘Triste’ eran muy pronunciados (54 por ciento de los casos). Los investigadores también descubrieron que los usuarios muestran unas emociones más intensas por la tarde que por la mañana y que las personas tienden a expresar mucho más sus emociones en grupos pequeños que en las grandes multitudes.
Ahora se está llevando a cabo una nueva fase en la investigación y están trabajando para perfeccionar todavía más el sistema, mejorando las clasificaciones de las emociones y su respuesta al ruido de fondo.

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